En un reciente fallo, la Superintendencia de Sociedades sancionó a una reconocida empresa de domicilios en Colombia debido a que no contaba con una matriz de riesgos adecuada que permitiera identificar y medir los riesgos relacionados con el lavado de activos (LA), la financiación del terrorismo (FT) y la proliferación de armas de destrucción masiva (FPADM). La sanción, emitida mediante la resolución 240-012854 del 3 de noviembre de 2023, resalta la importancia de implementar correctamente este tipo de herramientas para mitigar estos riesgos.
La matriz de riesgo LA/FT/FPADM es clave en la gestión de riesgos de las empresas, pues permite realizar un análisis exhaustivo de los factores de riesgo, asignar controles adecuados y establecer un monitoreo constante. La implementación efectiva de esta matriz es fundamental para garantizar que se cumplan las normativas de prevención de delitos financieros.
En este contexto, el Capítulo 10 de la Circular Básica Jurídica de la Superintendencia de Sociedades (SAGRILAFT) establece obligaciones claras para los sujetos obligados. Entre ellas, la identificación y segmentación de los factores de riesgo, la medición del impacto y probabilidad de los riesgos, y la adopción de controles efectivos. Además, la normativa impone la necesidad de un monitoreo adecuado para detectar y corregir posibles fallas.
Este caso subraya la importancia de que las empresas colombianas, especialmente aquellas sujetas a la supervisión de la Supersociedades, tomen en serio la gestión de sus matrices de riesgos. El incumplimiento de estas normativas no solo expone a las empresas a sanciones financieras, sino que también puede comprometer su reputación y estabilidad operativa en el mercado.